Nunca Sin Mi Hijo.

Una historia profunda sobre el amor de una madre que se niega a rendirse. Han pasado tres años desde la desaparición de Daniel, pero para Sasha, el tiempo no ha borrado la certeza de que su hijo sigue vivo. A pesar del abandono de la policía, la indiferencia del sistema y el escepticismo de quienes la rodean, Sasha no puede apagar la esperanza. Un día, un rostro en la televisión —fugaz, pero familiar— lo cambia todo. Sasha lo siente en lo más hondo: es él. Movida por el corazón, inicia una travesía dolorosa y solitaria que la enfrentará con el vacío, los recuerdos, las heridas de una familia quebrada… y con verdades que quizás no estaba preparada para conocer. Mientras el mundo le pide que siga adelante, ella solo puede mirar atrás. Porque cuando eres madre, el amor no desaparece: arde, resiste, busca. Incluso cuando todo parece perdido. Un drama emocional que habla de la pérdida, de la esperanza como acto de fe, y del instinto más poderoso de todos: el de no dejar ir a quien amas.